El Sonido y las Piedras
de Carlos Asato
Mis ojos vigilantes no ven, porque el silencio apaga su luz
La piedra repiquetea contra el tablero, en un dialogo del cual quisiera
tener parte,
me invitan a un viaje sin paisaje y sus sones juegan con mi corazón,
somos tres y uno quisiera ser.
Solo el silencio al volver, solo el recuerdo de la nada, solo paz, como
descansar en el seno materno, antes de haber nacido.
El juego de GO fue metáfora y ahora es juego, las impresiones aun me
acompañan, efímeras pero valiosas, esperando una suprema revelación.